viernes, 27 de febrero de 2015

Denuncia y combate a la corrupción en tiempos electorales

Una revisión informal a los periódicos que me vine haciendo ayer en un vuelo aéreo, me dejó ver la proliferación de notas escandalosas que difunden asuntos de presunta corrupción de políticos de partidos de todos los colores, o expresan proyectos para combatirlos o políticas gubernamentales que se echan en marcha con este fin.

No están únicamente las secuelas de las casas de nuestro señor Presidente o su mujer, y de su secretario de Hacienda, adquiridas de forma dudosa y beneficiosa de manos de empresarios con jugosos contratos oficiales. No sería cosa nueva. Apenas el sábado pasado, el New York Times precisamente atribuyó a José Murat,  exgobernador de Oaxaca de 1998 a 2004, la propiedad de seis inmueles de lujo que hacen palidecer a la casa blanca de la Gaviota. Murat lo ha desmentido, pero  el periódico apenas ha empezado a publicar el material (lo hará a detalle a lo largo de la semana), el cual proviene de una investigación seria de Louise Story y Stephanie Saul, que les llevó más de un año sobre el poder mexicano más allá de la frontera, encubierto desde luego en empresas fantasma.

Por otro lado, el ya también viejo asunto de Oceanografía se ha revivido al darse a conocer que Mario Alberto Ávila Lizárraga, exsubdirector de mantenimiento y logística en Servicios Marinos de Pemex Exploración y Producción, además de ser investigado por favorecer a la compañía cuyo socio mayoritario es Amado Yáñez Osuna, ahora por indagaciones que hace la PGR se presume que pudo ser apoyado por éste en su campaña en 2009 como candidato del PAN al gobierno de Campeche. De hecho, se han investigado a varios empresarios para conocer si financiaron también dicha campaña, su relación con Amado Yáñez  y si pagaron correctamente sus cuotas al IMSS, a Infonavit y  sus impuestos. Por ejemplo se sabe que Mario Alberto, como otros funcionarios que le concedían contratos millonarios, frecuentemente viajaba en el avión de Yañez.

Ayer mismo, 9 d efebrero, también se daban más datos sobre la obscuridad detrás del diseño de la línea 12 del metro. No sólo se trata, ahora por ejemplo, de si los trenes eran los adecuados para el proyecto, si esto se sabía, sino que el tipo de cambio que el gobierno de Marcelo Ebrard estableció para el pago para su mantenimiento se fijó en 16.75 pesos por dólar, cotización que se mantuvo en 2013, 2014 y hasta el 13 de enero pasado, cuando ni con la devaluación reciente hemos alcanzado tal paridad. Total, que parece que los costos se inflaron.

¿Qué les parece? La corrupción supuestamente se da en políticos de todos los colores partidistas, sin excepción, y en estos tiempos electorales parece ser que su denuncia es muy atractiva como estrategia. Así, no me parece una casualidad el aumento de su reproducción en los medios. No me parece una casualidad que aquellas que dañan la imagen de los priistas estén proviniendo del exterior, particularmente de los diarios norteamericanos y puedan esconder el descontento de varios sectores de empresarios que la llegada de Enrique Peña Nieto a los Pinos desplazó, siendo que estrechaba lazos con los chinos por ejemplo. Denunciarlo a él y a sus aliados como es Murat (piensen ustedes que su hijo su joven hijo Alejandro fue colocado nada menos que en Infonavit y hoy es un fuerte candidato para ser candidato del PRI en Oaxaca en 2016), hacer esta denuncia era impostergable y oportuno antes de las elecciones.

Miren, yo veo que con esta campaña que tiene como tema el evidenciar que el PRI no ha cambiado y que sus gobernantes son los mismos ladrones de antaño, junto con el desbordamiento de lamentables incidentes como el de Tlataya e Iguala en el marco de la plaga de la narcopolítica y un Ejército sin formas para combatir el crimen organizado, ha beneficiado sobre todo a los panistas, a decir por el aumento de las preferencias electorales a favor del PAN, de tal suerte que una buena hipótesis es que ese partido haya orquestado una buena difusión de lo que venía sucediendo y de la ineficacia federal.

Es por ello, a mi parecer, que el gobierno federal se ha puesto en varios sentidos las pilas para contraatacar en varios sentidos, uno de los cuales puede ser la exposición de la corrupción panista. En este mismo sentido veo el muy comentado nombramiento, que todavía ocupa las planas de los diarios, de un Secretario de la Función Pública cuando a comienzos del sexenio no se hizo el nombramiento en espera de reestructurar los organismos de combate a la corrupción. La discusión se empantanó en el Congreso, pasó por la conquista en la Reforma Política de una Fiscalía en la materia, cuyo titular sin embargo no ha podido ser nombrado por las diferencias de posturas del gobierno y de la oposición en este reglón, centradas en la composición de los órganos correspondientes, de la cual se derivaría su potencial autonomía del ejecutivo, no la investigación sino la calificación de los delitos y la suerte de los inculpados para que las faltas graves no queden en meros desahibilitamientos.

El PAN en particular había diseñado un proyecto de sistema  de gran calado, a cuya discusión pretendía darle prioridad durante el presente período de sesiones, que de llegar a acuerdos como parecía posible, lo vestiría en la jornada electoral. Entonces, semicongelar tal discusión, revivir la secretaría de la Función Pública y tomar una serie de medidas que una administración puede de ya tomar (algunas son muy buenas), fue de parte del equipo de Peña Nieto un despertar tras los sucesos posteriores al último informe que había llenado al Presidente de gloria. En esto estoy de acuerdo con otros comentaristas; fue una reconducción de su política, como lo fue pretender cerrar el caso de los normalistas de Ayotzinapa, o fueron los recortes presupuestales. Pero no ha sido, al menos ésta, una política de repliegue como algunos señalan, sino de ataque a sus adversarios más cercanos en las próximas elecciones. Ello a pesar de lo ridículas que hayan parecido las decisiones tomadas,

En suma, no van a estar los priistas sentaditos en espera que la economía de milagro crezca. Van a inmovilizar sólo la vida parlamentaria; no les convienen los reflectores puestos en el Congreso donde comparten el espacio con sus opositores. Pero fueras de éste. van a actuar con todas las armas que tienen en sus manos; en particular van a hacer uso de su influencia en los medios, y van a aceitar su maquinaria experta en conseguir votos. Así leía yo el periódico ayer en el avión.


¿Están de acuerdo conmigo?                           

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