Una revisión informal a los periódicos que
me vine haciendo ayer en un vuelo aéreo, me dejó ver la proliferación de notas
escandalosas que difunden asuntos de presunta corrupción de políticos de
partidos de todos los colores, o expresan proyectos para combatirlos o
políticas gubernamentales que se echan en marcha con este fin.
No están únicamente las secuelas de las
casas de nuestro señor Presidente o su mujer, y de su secretario de Hacienda, adquiridas
de forma dudosa y beneficiosa de manos de empresarios con jugosos contratos
oficiales. No sería cosa nueva. Apenas el sábado pasado, el New York Times
precisamente atribuyó a José Murat, exgobernador de Oaxaca de 1998 a 2004, la
propiedad de seis inmueles de lujo que hacen palidecer a la casa blanca de la
Gaviota. Murat lo ha desmentido, pero el
periódico apenas ha empezado a publicar el material (lo hará a detalle a lo
largo de la semana), el cual proviene de una investigación seria de Louise
Story y Stephanie Saul, que les llevó más de un año sobre el poder mexicano más
allá de la frontera, encubierto desde luego en empresas fantasma.
Por otro lado, el ya también viejo asunto
de Oceanografía se ha revivido al darse a conocer que Mario Alberto Ávila
Lizárraga, exsubdirector de mantenimiento y logística en Servicios Marinos de
Pemex Exploración y Producción, además de ser investigado por favorecer a la
compañía cuyo socio mayoritario es Amado Yáñez Osuna, ahora por indagaciones
que hace la PGR se presume que pudo ser apoyado por éste en su campaña en 2009
como candidato del PAN al gobierno de Campeche. De hecho, se han investigado a
varios empresarios para conocer si financiaron también dicha campaña, su
relación con Amado Yáñez y si pagaron
correctamente sus cuotas al IMSS, a Infonavit y
sus impuestos. Por ejemplo se sabe que Mario Alberto, como otros
funcionarios que le concedían contratos millonarios, frecuentemente viajaba en
el avión de Yañez.
Ayer mismo, 9 d efebrero, también se daban más datos
sobre la obscuridad detrás del diseño de la línea 12 del metro. No sólo se
trata, ahora por ejemplo, de si los trenes eran los adecuados para el proyecto,
si esto se sabía, sino que el tipo de cambio que el gobierno de Marcelo Ebrard
estableció para el pago para su mantenimiento se fijó en 16.75 pesos por dólar,
cotización que se mantuvo en 2013, 2014 y hasta el 13 de enero pasado, cuando
ni con la devaluación reciente hemos alcanzado tal paridad. Total, que parece
que los costos se inflaron.
¿Qué les parece? La
corrupción supuestamente se da en políticos de todos los colores partidistas,
sin excepción, y en estos tiempos electorales parece ser que su denuncia es muy
atractiva como estrategia. Así, no me parece una casualidad el aumento de su
reproducción en los medios. No me parece una casualidad que aquellas que dañan
la imagen de los priistas estén proviniendo del exterior, particularmente de
los diarios norteamericanos y puedan esconder el descontento de varios sectores
de empresarios que la llegada de Enrique Peña Nieto a los Pinos desplazó,
siendo que estrechaba lazos con los chinos por ejemplo. Denunciarlo a él y a
sus aliados como es Murat (piensen ustedes que su hijo su joven hijo Alejandro
fue colocado nada menos que en Infonavit y hoy es un fuerte candidato para ser
candidato del PRI en Oaxaca en 2016), hacer esta denuncia era impostergable y
oportuno antes de las elecciones.
Miren, yo veo que con esta campaña que
tiene como tema el evidenciar que el PRI no ha cambiado y que sus gobernantes
son los mismos ladrones de antaño, junto con el desbordamiento de lamentables
incidentes como el de Tlataya e Iguala en el marco de la plaga de la
narcopolítica y un Ejército sin formas para combatir el crimen organizado, ha
beneficiado sobre todo a los panistas, a decir por el aumento de las
preferencias electorales a favor del PAN, de tal suerte que una buena hipótesis
es que ese partido haya orquestado una buena difusión de lo que venía
sucediendo y de la ineficacia federal.
Es por ello, a mi parecer, que el gobierno
federal se ha puesto en varios sentidos las pilas para contraatacar en varios
sentidos, uno de los cuales puede ser la exposición de la corrupción panista. En
este mismo sentido veo el muy comentado nombramiento, que todavía ocupa las
planas de los diarios, de un Secretario de la Función Pública cuando a
comienzos del sexenio no se hizo el nombramiento en espera de reestructurar los
organismos de combate a la corrupción. La discusión se empantanó en el
Congreso, pasó por la conquista en la Reforma Política de una Fiscalía en la
materia, cuyo titular sin embargo no ha podido ser nombrado por las diferencias
de posturas del gobierno y de la oposición en este reglón, centradas en la
composición de los órganos correspondientes, de la cual se derivaría su
potencial autonomía del ejecutivo, no la investigación sino la calificación de
los delitos y la suerte de los inculpados para que las faltas graves no queden
en meros desahibilitamientos.
El PAN en particular había diseñado un
proyecto de sistema de gran calado, a
cuya discusión pretendía darle prioridad durante el presente período de
sesiones, que de llegar a acuerdos como parecía posible, lo vestiría en la
jornada electoral. Entonces, semicongelar tal discusión, revivir la secretaría
de la Función Pública y tomar una serie de medidas que una administración puede
de ya tomar (algunas son muy buenas), fue de parte del equipo de Peña Nieto un
despertar tras los sucesos posteriores al último informe que había llenado al Presidente
de gloria. En esto estoy de acuerdo con otros comentaristas; fue una
reconducción de su política, como lo fue pretender cerrar el caso de los
normalistas de Ayotzinapa, o fueron los recortes presupuestales. Pero no ha
sido, al menos ésta, una política de repliegue como algunos señalan, sino de
ataque a sus adversarios más cercanos en las próximas elecciones. Ello a pesar
de lo ridículas que hayan parecido las decisiones tomadas,
En suma, no van a estar los priistas
sentaditos en espera que la economía de milagro crezca. Van a inmovilizar sólo
la vida parlamentaria; no les convienen los reflectores puestos en el Congreso
donde comparten el espacio con sus opositores. Pero fueras de éste. van a
actuar con todas las armas que tienen en sus manos; en particular van a hacer
uso de su influencia en los medios, y van a aceitar su maquinaria experta en
conseguir votos. Así leía yo el periódico ayer en el avión.
¿Están de acuerdo conmigo?
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