miércoles, 16 de enero de 2013

Sobre la debilidad partidista. Trabajo parlamentario y perspectivas electorales.


El avance democrático en México requiere de partidos políticos fuertes que fomenten una participación genuina de los ciudadanos y una competencia entre ellos transparente, a través de la cual incidan en el destino del país. Sin embargo mientras su legitimidad y más aún la confianza en las elecciones son grandes pendientes de nuestra democracia, nuestro sistema partidista enfrenta una situación que puede ser vista como paradójica.
Por una parte en el Congreso desde luego el papel del Partido Revolucionario Institucional (el PRI) en tanto partido en el poder está siendo protagónico en la rápida transformación institucional que impulsa el gobierno federal, pero igualmente el Partido Acción Nacional (el PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (el PRD) están  muy activos en el marco del Pacto por México. En este sentido es importante la reciente instalación del Consejo Rector de dicho pacto a través del cual se planea un trabajo conjunto de los grupos parlamentarios con miembros del gabinete, representantes partidistas y grupos especializados para consensuar puntos de vista sobre las  iniciativas que vienen. Según se ha informado serán  la de telecomunicaciones y de responsabilidad hacendaria para estados y municipios, en tanto no se considera aún comenzar con la redacción de las reformas hacendaria y energética. ¿Qué revela la instalación de este consejo y su agenda? A mi parecer uno el que se quiere evitar el empantanamiento de las discusiones en las Cámaras, pues los mismos grupos parlamentarios revelan contradicciones que dificultan los acuerdos los cuales se pretende por esta vía construir desde afuera, y dos que el trabajo de negociación de las próximas reformas no se espera fácil.
Y si por este lado los partidos se están fortaleciendo a la vez que están reflejando dificultades internas, no son menos las que este año enfrentarán en el terreno electoral como resultado de elementos que también los debilitan. Al respecto en estos primeros días del año destacan ciertas noticias que nublan el futuro tanto del PAN como del PRD principalmente, de tal forma que se justifica el miedo que algunos tenemos sobre el efecto que el regreso del PRI a los Pinos pueda tener en empobrecimiento de verdaderas opciones partidistas para la sociedad.
En cuanto al PAN el resultado que acaba de publicar hace poco más de una semana su Registro Nacional de Miembros  (resultado que se presentará el próximo día 24) del proceso de refrendo que se llevó a cabo del 1° de octubre al 14 de diciembre de 2012 arrojó una disminución de su militancia del 80%, cuando se esperaba que al perder la Presidencia fuera importante pero no a tal grado. [En concreto el padrón de panistas declarados pasó a ser de 354,461 miembros activos y 1,514,106 adherentes (en total 1,868,567) a 205,033 miembros activos y 163,220 adherentes  (en total 368,253).] Si bien la fuga de panistas adherentes como era de esperarse fue terrible en tanto casi alcanzó el 90%, la desbandada de miembros activos aunque sólo haya sido de 42% es todavía más preocupante.
En efecto los adherentes en el PAN son aquellos que contribuyen a la realización de los objetivos del partido sin contraer derechos ni obligaciones, y como dice bien su dirigente Gustavo Madero es lógico que estando los panistas en el poder su número se haya inflado por el interés personal de muchos de obtener beneficios principalmente acceder a puestos de gobierno. En cambio se hubiera esperado más fidelidad de los miembros activos que son aquellos que se comprometen a participar en forma permanente y disciplinada en el partido adquiriendo derechos y obligaciones. Pero no hubo tal fidelidad, ni siquiera de importantes figuras que no refrendaron su militancia, como el expresidente Fox y los exgobernadores Patricio Patrón de Yucatán y Héctor Ortiz de Tlaxcala.
La pregunta que los analistas políticos nos hacemos ahora es qué tanto estas cifras anuncian la disminución de la votación panista en las próximas contiendas, en primer lugar las elecciones locales que se llevarán a cabo durante 2013 en 14 entidades más la elección para gobernador en Baja California Norte. Tengo que confesar que si bien por mi parte había venido insistiendo en que el fracaso electoral del PAN en 2012 no debía ocultarnos la fuerza que sigue representando su electorado, hoy veo con más incertidumbre lo que a  ese partido se le puede esperar. De hecho los porcentajes de refrendos fueron relativamente altos  precisamente sólo en las entidades que gobierna como Sonora, Baja California Sur, Guanajuato o Puebla. En estados en los que en julio el priismo demostró estar en crisis sólo en Nuevo León se dio un  refrendo similar, pero no se extendió a Veracruz o Tamaulipas. Se suma así el que en estos casos no parece crecer la simpatía por el PAN con el que en otras entidades el bajo porcentaje de refrendos parece estar asociado a un panismo en crisis, como son los casos de  Tlaxcala y Morelos. Ello no pronostica nada bueno para el partido.
Por último quiero tocar el tema del debilitamiento que seguramente se sentirá en el PRD pese a que lo niegue su dirigencia, pero también en el Partido del Trabajo y en Movimiento Ciudadano, por la constitución de Morena cuya solicitud de registro se presentó el lunes antepasado ante el Instituto Federal Electoral. La idea es que pueda participar en las elecciones de 2015, pero es un hecho que afectará ya los resultados electorales de este año. En efecto los responsables de la constitución de este partido estarán muy movilizados ( de hecho han declarado que no dejarán de ser movimiento), pues deben celebrar asambleas en presencia de funcionarios del IFE por lo menos en 20 estados o en 200 distritos electorales a las que asistan no menos de 3000 o 300 afiliados respectivamente. De seguro ello beneficiará, o bien  perjudicará, a los grupos de izquierda cercanos e igualmente a los lejanos a Andrés Manuel López Obrador según vaya avanzando con éxito o no. Piénsese que hoy comienza una intensa campaña de afiliación. El requisito es lograr el apoyo mínimo de 220,000 ciudadanos, pero su meta es sumar 1,500,000 “morenos”.                
Que paradójico puede resultar así el que se convoque a los partidos políticos a la responsabilidad de participar en la definición de las políticas públicas, el que tengamos un Congreso tan activo, el que vayan a haber además de candidatos independientes muy posiblemente más partidos políticos en México, pero que éstos en México no parezcan encaminarse hacia un mayor fortalecimiento, ni provoquen la credibilidad deseada.

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